En nariz el vino se muestra con aromas a fruta roja y negra, como ciruelas, cerezas y moras, asociadas a suaves notas herbales, tostadas, café y moka. La boca es de taninos suaves, fruta integrada con la madera y final persistente. Se mantiene en contacto con roble francés por 8 meses, que le otorga una delicada elegancia.
MARIDAJE:
Pastas rellenas como sorrentinos o ravioles, vegetales grillados, platos chilenos como charquicán, humitas y pastel de choclo, cordero al palo, chuletas y costillas de cerdo picante.